domingo, agosto 29, 2010

Va al Paraíso

A la misma fecha, un mes después de las declaraciones anteriores, me encontraba rindiendo una prueba para la cual las vallas fueron demasiado altas. No quise introducir mi mente en un concepto que ciertamente va en contra de varios de mis principios, no lo hice y marché del lugar con mi frente aún en alto, despidiéndome cordialmente -más de algunos que de otros-, llevándome consigo la sensación del fracaso en algo que no se toma demasiado en serio como para sentir el verdadero fracaso.

Y así comenzó mi viaje.

El chofer me preguntó, con su clásica sonrisa: Va al Paraíso? Subí y en esos asientos azules me quedé esperando a ver el mar. A perderse en una mezcla de sal, tránsito desviado, gatos en las ventanas y perros al lado de monumentos. En medio de 3 filas de batucada en la plaza Victoria. En un helado doble a punto de derretirse. En unos minutos de caminata a un costado de la línea férrea, pero esta vez con el tiempo a favor. Es casi una desgracia que el escapar por unas cuantas horas sea casi un sinónimo de volver, a un lugar que te encadena con su olor a mar, con recuerdos y su gente llena de vida de verdad.




Osvaldo "Gitano" Rodríguez
Valparaíso

martes, julio 27, 2010

Motín

Hace unos meses alguien se tomó, sin asambleas ni cualquier otra instancia de diálogo, un edificio importante mas no imponente. Le quitó la autoridad a las autoridades residentes y se situó cómodamente para quedarse. Entre sus estatutos se encontraban múltiples prohibiciones y sanciones regentes hasta el día de hoy sobre los inquilinos, quienes se han acostumbrado de cierta forma a bajar las armas frente a un contrato casi tácito que impedía las formas de arte visual, musical y otras situaciones creativas. Más de alguno rompió alguna regla en algún momento y, otros pocos, lo hicieron impunemente. Uno de ellos dejó su legado para compartirlo con nosotros:

"Los barrotes de esta cárcel son más finos que cualquier material de construcción. Los muros son de vidrio espejado y la gente pasa al lado de ellos, observándose el nuevo y muy mal hecho corte de pelo, porque para ellos es una casa de finanzas moderna más, no una estructura completa semi-derruida, gobernada por el más duro de los dictadores: el miedo."




Janis Joplin
Work me, Lord